DESARROLLO INFANTIL DE UN NIÑO DE 12 AÑOS

A la edad de doce años, el niño necesita afirmar su personalidad, que ha estado desarrollando durante los once años previos. Por esta razón se confronta con todo y se vuelve rebelde. 

Es ahora cuando veremos actitudes negativas y comportamientos impertinentes como molestar o contradecir todo se dice o lo que sucede a su alrededor. A los doce años, el niño vive un conflicto entre lo que le apetece y lo que dicta su conciencia. Además de la búsqueda de su propia personalidad, estas actitudes rebeldes se ven fortalecidas porque su comprensión del mundo es mayor. Un niño de doce años entiende con bastante complejidad todos los aspectos que le interesan; ha mejorado las capacidades de su memoria, no sólo entiende con mayor profundidad, sino que recuerda lo que aprende. Esta mejora en la complejidad intelectual le lleva a tomar sus propias decisiones. Esta etapa del desarrollo infantil es el principio de la madurez.

Uno de los objetivos de esta edad, es la búsqueda de la independencia de los padres. Como padres, debemos entender que en este momento existe una distancia afectiva familiar. Esto no quiere decir, que no seamos un gran referente para ellos. Sin embargo, el niño busca ser reafirmado en el núcleo social y no en el familiar. Y aunque las relaciones no sean profundas, sí que son muy importantes para ellos. En el caso de las niñas, son relaciones mucho más afectivas que en el de los niños. 

En el terreno de las relaciones amistosas, surge el interés por el sexo opuesto. Nuestra labor como padres es encauzar este proceso y ver qué rol está ejerciendo. Es un momento crucial en el desarrollo de la personalidad de nuestro hijo y debemos fomentar su autoestima, valorar sus capacidades y virtudes. Y también ser críticos cuando su comportamiento no sea correcto. En principio, el castigo no es el mejor método para que un adolescente entienda las cosas, hay que intentar reconducir su comportamiento a través del diálogo. La comunicación debe ser nuestra mejor herramienta para relacionarnos con nuestros hijos. 

Como hemos dicho antes, la distancia con los padres es mayor, y el castigo la acuciará. Esta distancia es algo positivo, nuestra labor es contrarrestar el papel de los amigos, nosotros tenemos un papel de referencia modélica, pero siempre debemos ser cercanos.