Desarrollo infantil

Es importante prestar atención a las diferentes etapas del desarrollo de los niños y ver lo que sucede en cada una de ellas.

DESARROLLO INFANTIL DE UN NIÑO DE 9 AÑOS

A la edad de nueve años, el niño comienza lo que se llama “etapa de introyección”, intenta captar todo lo que le rodea para asimilarlo de acuerdo a sí mismo. Es en este momento cuando el niño desarrolla la empatía hacia los demás, tiene en cuenta a los demás mucho más. Intelectualmente, el niño es capaz de reflexionar con cierta profundidad, además de realizar análisis y síntesis. Comienza a elaborar una opinión sobre las cosas. En definitiva, ya no es tan infantil y su pensamiento se conforma con cierta madurez.

Con nueve años, el niño muestra mucha curiosidad y se decanta por sus intereses. Si algo le entusiasma, es capaz de explorarlo todo. Como padres, es importante que a esta edad le ayudemos a descubrir nuevos temas. Es el colegio su entorno principal, donde descubre y desarrolla sus intereses y en el que asume sus mayores responsabilidades. Los niños a esta edad son muy competitivos y como padres debemos prestar atención a las posibles crisis. Esta competitividad puede ser bien una fuente de superación para unos, pero también de frustración para otros. En este momento, se empieza a admirar a personas que son ejemplo para ellos, tanto de la vida real (padres, los profesores…) o bien figuras mediáticas o de ficción.

Físicamente, se determinan las diferencias de forma más evidente entre niños y niñas. En ellos se ralentiza su crecimiento respecto a años anteriores; sin embargo, las niñas lo aceleran. Comienza una etapa en el desarrollo infantil de preparación a la adolescencia. En este sentido, los niños y niñas tienen tendencia a estar más con otros niños de su mismo sexo.

A los siete años se inicia una importante apertura social, sin embargo, es a los nueve y diez años cuando el juego, el grupo y la cooperación adquieren una importancia plena. Es a esta edad cuando surgen los primeros roles en el grupo de amigos, especialmente ocurre en los grupos masculinos. Como padres debemos estar atentos de que nuestro hijo no esté siendo aceptado o sufra alguna frustración en este sentido. Como comentamos en el año anterior, a los ocho años surgen las primeras mentiras conscientes. A los nueve se enfatiza esta faceta por el aumento de capacidad de opinión y de independencia. Los niños de nueve años son inflexibles en sus juicios, especialmente con las trampas en los juegos. Se desarrolla la conciencia de grupo que conforma la conciencia individual.

También a esta edad, muchos niños sufren pesadillas. Por las noches aflora todo lo que les perturba y se pone de manifiesto sus miedos. Nuestro papel como padres es mostrar cariño y ayudarles a superar esos temores.